Buscar los escenarios, la luces y los vestuarios de cada original. Usar sus mismos encuadres, formatos y distancias focales. Obsesionarnos con sus composiciones.

Reinterpretar, no fotocopiar imágenes.
Rendir homenaje a la sensibilidad de cada autor y encontrar conexiones entre sus conceptos de belleza y el nuestro.

Reconstruir fotográficamente la belleza.

Vamos a crear una gemela (twin) para cada original, un espejo de referencia para cada retrato utilizando una misma modelo para todas las interpretaciones.
Jugar a generar la historia de un personaje nuevo robando recuerdos y sensaciones de otros cien.

Y quizá la nueva narrativa generada, con su protagonista único, nos permita entender mejor las bellezas posibles.